ROBERTO PAGES
LA VEREDA DE ENFRENTE
UN POCO ACERCA DE ESTE SITIO
La Vereda de Enfrente fue de papel en los aciagos años noventa. Un milagro -hecho carne en mi cuñado, mi hermana y mi hermano- posibilitó la salida de trece números entre 1996 y 1997. Yo la inventé, escribà en ella, y la dirigÃ. Quienes escribieron allà eran outsiders de la crÃtica de cine; es decir: los mejores de aquél tiempo. Esta nueva Vereda no es -no podrÃa serlo, no puede serlo- igual que aquélla. Conserva el nombre y, espero, su espÃritu rebelde con causas. Pasaron más de veinte años entre una y otra. La época no es la misma (la cultura menemista tallaba todavÃa, y ahora acabamos de desprendernos, en parte, de esa lapa viscosa y reiterada hasta hace un mes apenas), desconozco el rumbo de algunos de los colaboradores, y yo no soy el mismo. No podrÃa serlo, no puedo serlo -reitero. Siempre me sorprendo cuando, por ejemplo, le piden a Scorsese que siga haciendo las pelÃculas que hizo en los años setenta, como si veinticinco años antes de que termine el siglo XX fuesen iguales a estas dos décadas ya vividas del siglo XXI. Como si Scorsese pudiese ser el mismo. Es abusar de Lepera, que escribió que veinte años no es nada. Digamos que 45 son algo. Ha llovido mucho, dicen los españoles, sÃmil del agua que corrió bajos los puentes nuestro.
Dudé en conservar el nombre. HabÃa pensado, también, como variante, En Construcción. Como recuerdo de aquélla aventura decidà repetir, pero esta nueva revista en formato Blog está en construcción, y lo estará. Como lo está cada dÃa de nuestras vidas, sin saber cuántos dÃas durará. Como la vida, otra vez